PÍLDORA INFORMATIVA | La Red de Municipios por la Agroecología organiza una sesión informativa sobre las herramientas para abordar la emergencia climática desde las políticas alimentarias locales
La sesión informativa virtual tendrá lugar el 12 de junio de 11 a 12 horas
Que la alimentación y el clima tienen una relación directa y bidireccional es una cuestión indiscutible. La incidencia del sistema alimentario en la emergencia climática está justificada a través de numerosas investigaciones científicas con resultados claros y enormemente alarmantes.
Los diferentes elementos y eslabones de la cadena agroalimentaria (desde la producción, el procesado y el empaquetado, hasta el transporte, la distribución, el consumo y la gestión de los residuos que se generan) son responsables de entre el 21% y el 37% de las emisiones antropogénicas globales de GEI.
Así, sin poder eludir esta cuestión cuando se habla de sistemas alimentarios sostenibles, la Red de Municipios por la Agroecología ha desarrollado en los últimos años estrategias y herramientas que apoyen la transición a un modelo que relocalice la producción y el consumo de alimentos y establezca un papel protagonista a los agentes locales, incluyendo las administraciones locales.
Esta línea de trabajo se inició en 2020 con la elaboración del informe Sistemas alimentarios locales frente a riesgos globales: de la crisis climática a la COVID-19 y la adhesión de 20 consistorios a la Declaración de Valladolid para el impulso de los sistemas agroalimentarios locales frente a los riesgos globales, de la crisis climática a la COVID 19.
Posteriormente se lanzó el Reto de Barcelona para la Buena Alimentación y el Clima, como proceso internacional para impulsar compromisos municipales con la transformación de los sistemas alimentarios para hacer frente a la emergencia climática y que durante 2021 y 2022 aglutinó a 24 ciudades de 12 países de todo el mundo y 13 organizaciones enfocadas en el desarrollo de políticas alimentarias locales.
Fruto de este trabajo continuado, durante los últimos meses la Red ha trabajado en generar algunas herramientas concretas para facilitar la contribución de los ayuntamientos a la lucha contra la emergencia climática a través de sus políticas alimentarias:
1. El recomendador de herramientas para el cálculo de huella alimentaria de proyectos: ¿Cuál es tu huella alimentaria?
2. La publicación sobre cómo operativizar el apoyo a los servicios ambientales que presta la producción de orientación agroecológica desde las políticas locales: ¿Cómo apoyar desde las políticas locales los servicios ambientales que presta la agroecología frente a la emergencia climática?
Para explicar cómo emplear estas herramientas, la Red de Municipios por la Agroecología ofrecerá el 12 de junio de 11 a 12 horas una sesión informativa virtual.
VIDEO_ Webinario Del Huerto Escolar al Sistema Alimentario Local | Diciembre 2025
El pasado 2 de diciembre celebramos un nuevo webinario, esta vez organizado en colaboración con el proyecto Enredándonos, promovido por la Cooperativa Tangente y CERAI, en el que nos presentaron una serie de experiencias inspiradoras en programas municipales de agroecología escolar. Presentado por Abel Esteban y con la participación de Andrea Estrella, ambos de la Cooperativa Tangente; Helena Bech y Germán Llerena, que expusieron la experiencia de Sant Cugat del Vallès; y Marina Mielgo, de Dynamyca Sostenible, que nos acercó al Programa Municipal de Huertos Escolares de Valladolid.
El video está ya disponible aquí:
La sesión comenzó con la presentación del proyecto Enredándonos por parte de Andrea Estrella, que durante 2025 ha trabajado en tres ejes: un encuentro estatal, un diagnóstico y mapeo de iniciativas, y un proceso de incidencia política para promover políticas públicas sólidas. El diagnóstico evidenció el enorme potencial educativo de los huertos escolares —presentes ya en más de 5.000 centros—, así como su papel vertebrador para trabajar temas de sostenibilidad, los ODS, el compostaje, el consumo local o, por ejemplo, talleres de cocina. Se señalaron grandes desigualdades territoriales en términos de implantación, una ausencia de marcos normativos comunes y numerosas dificultades estructurales compartidas: falta de tiempo docente, ausencia de apoyo institucional, rotación del profesorado, escasa formación específica y el abandono de los huertos en verano.
El proceso ha desembocado en la elaboración de un decálogo de recomendaciones centrado en asegurar el reconocimiento institucional, una financiación más estable, coordinación interadministrativa, formación docente y fortalecimiento del papel municipal y de las redes territoriales. En este marco, se destacó la necesidad de consolidar una red estatal que coordine y visibilice las iniciativas existentes, apoyada por acompañamiento técnico profesionalizado y un claro reconocimiento normativo de la agroecología escolar como política pública estratégica.
La presentación utilizada para relatarnos el proyecto Enredándonos está disponible en este enlace.
La segunda intervención se centró en la experiencia de Sant Cugat del Vallès, un municipio que ha integrado la agroecología escolar dentro de una estrategia global de agroecología urbana y periurbana. En un contexto de pérdida acelerada de suelo agrícola, la ciudad ha generado una red de huertos urbanos con más de 180 parcelas, al tiempo que ha impulsado huertos escolares en casi todos los centros educativos y ha reforzado vínculos entre escuelas, familias, campesinado y ciudadanía. Este enfoque entiende el sistema alimentario escolar como un ecosistema complejo que incluye el huerto, la cocina y el comedor escolar.
La experiencia de Sant Cugat subrayó la importancia de abordar las causas profundas de los problemas socioambientales mediante procesos participativos y diagnósticos de los sistemas alimentarios escolares, así como la necesidad de mejorar la coordinación entre profesorado, personal de cocina, familias y empresas de comedor. El municipio está avanzando en la definición colectiva de qué significa ser una “escuela agroecológica” y en la creación de recursos pedagógicos que combinan pensamiento científico, saberes tradicionales y conciencia social, con el fin de facilitar la integración curricular y motivar a otros municipios a emprender caminos similares.
La presentación que Helena y Germán utilizaron para trasladarnos la experiencia de Sant Cugat está disponible en este enlace.
A continuación, se presentó el Programa Municipal de Huertos Escolares de Valladolid, que desde 2016 combina apoyo técnico continuado, formación y acompañamiento personalizado para integrar el huerto como un recurso pedagógico estable. Con 28 centros activos y más de 5.000 alumnos implicados —a los que se suman dos centros nuevos próximamente—, el programa fomenta un aprendizaje vivencial orientado al desarrollo de habilidades agroecológicas, hábitos saludables, responsabilidad ambiental y competencias sociales. Cada centro recibe visitas iniciales, seguimiento técnico y un informe adaptado a sus necesidades, junto con incentivos progresivos vinculados a objetivos realistas.
El programa apuesta por prácticas agroecológicas como compostaje y acolchado, adapta materiales educativos a la climatología local y potencia la recuperación de semillas tradicionales, además de promover vínculos intergeneracionales con agricultores y familiares. Si bien la diversidad organizativa entre centros enriquece el programa, la continuidad sigue siendo un gran desafío debido a la rotación docente y a la necesidad de mayor apoyo institucional. Para ello, se impulsa la transversalidad del huerto en los proyectos educativos de centro y se facilitan al profesorado sesiones didácticas preparadas para reducir su carga de trabajo y garantizar la sostenibilidad de las iniciativas.
Marina compartió en el webinario la experiencia de Valladolid con la ayuda de esta presentación.
En la recta final del webinario, las ponentes coincidieron en que la continuidad y consolidación de la agroecología escolar depende de cambios estructurales, apoyo técnico estable y modelos flexibles que se adapten a las realidades de cada centro. Se subrayó la importancia de reconocer tiempo docente específico para trabajar sostenibilidad, así como de contar con figuras externas que apoyen técnicamente, acompañen procesos comunitarios y faciliten la coordinación sin precarizar estos perfiles. No existe un único modelo para integrar la agroecología en los centros, pero sí una diversidad de roles —desde educadores ambientales hasta familiares y personas mayores— que aportan riqueza, aunque también suponen retos de organización. Las experiencias señalaron la utilidad de empezar por logros pequeños que permitan al profesorado comprobar impactos positivos y avanzar progresivamente, siempre con apoyo continuado para evitar el desgaste.
El encuentro concluyó relatando algunos de los próximos pasos del proyecto Enredándonos, que continuará en 2026 con una agenda centrada en la gobernanza, la formación docente y la superación de barreras normativas. Se prevé crear un grupo motor que elabore un modelo de gobernanza y una hoja de ruta para reforzar la red estatal, así como un segundo webinario en otoño de 2026. También se promoverán comunidades de aprendizaje y colaboraciones con redes como la de Universidades Cultivadas o Teachers for Future para mejorar la formación inicial del profesorado. La sesión finalizó con un agradecimiento a ponentes y asistentes, destacando el valor inspirador de las experiencias presentadas y la necesidad de seguir ampliando alianzas para fortalecer este movimiento educativo y social en torno a la agroecología escolar, con un llamamiento explícito a la Red de Municipios por la Agroecología para que integre este tema en su actividad y líneas de trabajo.