Ya está disponible en nuestro canal de youtube el vídeo de la sesión informativa sobre «Herramientas para abordar la emergencia climática desde las políticas alimentarias locales«.
En esta sesión se presentaron dos herramientas clave para apoyar a los ayuntamientos en la lucha contra la emergencia climática:
- Recomendador de herramientas para el cálculo de huella alimentaria de proyectos: Una herramienta innovadora para descubrir y reducir tu huella alimentaria.
- Publicación sobre cómo apoyar desde las políticas locales los servicios ambientales que presta la agroecología: Estrategias y herramientas económicas para respaldar la producción agroecológica y su impacto positivo en el medio ambiente.
Estas herramientas no solo son innovadoras, sino que también ofrecen soluciones económicas prácticas para los ayuntamientos interesados en promover la sostenibilidad y combatir la emergencia climática.
Desde la Red de Municipios por la Agroecología, María Carrascosa hace un repaso exhaustivo a cómo estas herramientas pueden transformar las políticas alimentarias locales.
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La Red de Municipios por la Agroecología, (RMAe), es una asociación formada por 30 entidades locales que tiene por objeto la generación de una dinámica entre entidades locales con el fin de construir sistemas alimentarios locales, respetuosos con el medio ambiente, sostenibles, inclusivos, resilientes, seguros y diversificados que aseguren comida saludable, sostenible y accesible al conjunto de la población, y que potencien el empleo local, en línea con las perspectivas de la agroecología y la soberanía alimentaria. Actualmente está presidida por Enrique Pueyo, alcalde de Aínsa-Sobrarbe (Huesca), quien forma parte de la Junta Directiva junto a los municipios de Urduña (Bizkaia), El Prat de Llobregat (Barcelona) y Rivas-Vaciamadrid (Madrid).
Desde octubre de 2022, RMAe participa en el proyecto “Organic seed and plant breeding to accelerate sustainable and diverse food systems in Europe-LiveSeeding”, que reúne a 36 organizaciones que operan en 15 países europeos, tiene una duración de 4 años y su presupuesto total asciende a 6,6 millones de euros. Es un proyecto de innovación financiado por el programa Horizonte Europa de la UE, coordinado por el FiBL, que tiene como objetivo el escalado de las semillas y la mejora vegetal ecológicas para acelerar los sistemas alimentarios sostenibles y diversos en Europa.
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VIDEO _ Webinario: 10 abril a las 12 h _ Prácticas artísticas para la transición alimentaria
¿Qué ocurre cuando ponemos a dialogar el arte con la alimentación? ¿Y si lo hacemos desde la agroecología, el derecho a la ciudad y el vínculo con los territorios? Estas fueron algunas de las preguntas que sobrevolaron el webinario “Prácticas artísticas para la transición alimentaria”, celebrado el pasado 10 de abril. El encuentro, impulsado desde el Consejo de Organizaciones Sociales de la Red, reunió a colectivos y personas que trabajan desde lo artístico, lo culinario y lo comunitario en distintos territorios. Cinco proyectos —diferentes entre sí, pero con muchas resonancias compartidas— sirvieron de punto de partida para pensar juntas cómo seguir incorporando las prácticas culturales en los procesos de transición hacia sistemas alimentarios más justos.
Territorio, memoria y prácticas vivas
Desde Córdoba, Javier Orcaray -de Plata Lugar– abrió la sesión compartiendo el trabajo desarrollado en La Fragua y en proyectos posteriores como Culto Culinaria o SubCenteno. A través de residencias artísticas, recuperación de saberes y tecnologías ancestrales (como las ollas de irrigación o los hornos comunitarios), sus iniciativas han activado espacios de experimentación y encuentro entre arte, alimentación, territorio y memoria colectiva. “No se trata de engullir, sino de cocinar a fuego lento”, recordaba Javier, apelando tanto al acto de comer como a los procesos de transformación social.
En otro punto de la geografía, Ana Bellos y Sara García compartieron la experiencia de Comensales, un ciclo de trabajo interdisciplinar desarrollado desde la Fundación Cerezales Antonino y Cinia en torno al comer, impulsado por su área de educación en colaboración con artistas y gastrónomos como Rubén Barroso. A través de talleres sobre recolección silvestre, fermentación o ahumado, Comensales disuelve las fronteras entre gastronomía, botánica, arte contemporáneo y etnografía, generando espacios significativos de aprendizaje colectivo.
Renacimiento cultural desde lo rural y lo urbano
De la mano de los hermanos Navazo conocimos la experiencia de La Fresnedilla, en Sierra Morena (Córdoba), que mostró cómo la agroecología puede ir de la mano de una programación cultural intensa y comprometida. En su finca y desde su asociación cultural, combinan producción de aceite, residencias artísticas, festivales como el MARCo (Música, Arte Relacional y Cuidados en Obejo) y colaboraciones con instituciones muy diversas. Su apuesta: un “renacimiento cultural del mundo rural” desde la vanguardia y la modernidad, no desde el folclore.
Desde Barcelona, la artista Marina Monsonís relató cómo su trabajo ha ido entretejiendo arte, política y cocina popular en espacios como la Cuina del MACBA o proyectos comunitarios en barrios como la Barceloneta o la Zona Franca. A través de talleres de cocina, murales, libros y encuentros, Marina pone en valor los saberes de las mujeres mayores, las recetas migrantes y la economía de lo doméstico como herramientas de justicia climática y transformación social.
Y por último, Lilian Weikert de La Plasita (Sevilla), entidad perteneciente al COS, nos trasladó las claves de su proyecto, incluyendo toda su apuesta por la gastrosofía, y aportó una reflexión más transversal: ¿cómo integrar estas prácticas artístico-alimentarias en las políticas públicas locales? ¿Cómo hacerlo sin perder la potencia crítica ni precarizar aún más a quienes trabajan en estos cruces?
Algunas claves que emergen del encuentro
Más allá de la diversidad de formatos y enfoques, el webinario permitió identificar una serie de temas comunes:
- El arte puede ser una herramienta poderosa para sensibilizar sobre la alimentación, el territorio y la justicia social.
- Los proyectos más transformadores combinan investigación, producción y participación comunitaria.
- Las cocinas —como espacio simbólico, afectivo y político— son lugares clave para generar vínculos y compartir saberes.
- Existe una tensión entre los discursos transformadores y las prácticas reales dentro de las instituciones, un camino en el que seguir avanzando.
El encuentro también evidenció el interés y la necesidad de seguir creando espacios como este, donde compartir experiencias, metodologías y preguntas, y donde tejer complicidades entre el mundo del arte, la agroecología y las políticas públicas alimentarias.
Desde la Red agradecemos a todas las personas y colectivos participantes por su generosidad, por abrir sus cocinas, sus procesos y sus territorios. Y os animamos a seguir profundizando en estos cruces donde el arte es un medio para activar preguntas, vínculos y futuros posibles.
Pero nada mejor para quienes no pudisteis asistir que escucharles en el video del webinario:
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