RELATORÍA del Seminario Del Plato al Planeta: Municipios que transforman


Acción climática desde las políticas alimentarias locales

12 de diciembre de 2024
Centre Cívic Cotxeres de Sants
Carrer de Sants, 79, Barcelona
Organiza: Red de Municipios por la Agroecología (RMAe) y Ajuntament de Barcelona. Con la colaboración de Fundación Daniel y Nina Carasso

Los municipios consolidan su papel clave frente a la emergencia climática desde políticas alimentarias locales

Barcelona, 12 de diciembre de 2024.– «Los municipios tienen una capacidad transformadora única por su cercanía con la ciudadanía y su carácter innovador,» afirmó Enrique Pueyo, alcalde de Aínsa-Sobrarbe y presidente de la Red de Municipios por la Agroecología (RMAe), durante la apertura del seminario «Del plato al planeta: municipios que transforman.« El evento, celebrado en el Centre Cívic Cotxeres de Sants, reunió a más de 50 representantes municipales, personal técnico y especialistas en agroecología para debatir y definir cómo las políticas alimentarias locales pueden convertirse en herramientas eficaces para la acción climática.

Pueyo señaló que la emergencia climática, con fenómenos meteorológicos extremos cada vez más frecuentes, requiere una respuesta inmediata y coordinada. Destacó que el calentamiento global ya ha alcanzado los 1,1 grados por encima de los niveles preindustriales y advirtió que, de seguir la tendencia actual, se superará el umbral de 1,5 grados en los próximos siete años. «La situación es crítica. Debemos reducir de forma drástica las emisiones de gases de efecto invernadero, y las políticas alimentarias tienen un potencial transformador innegable, ya que la cadena agroalimentaria es responsable de hasta el 37 % de las emisiones globales«, afirmó.

El presidente de la RMAe también destacó los avances logrados por los municipios en áreas clave como la introducción de alimentos frescos, ecológicos y de proximidad en comedores escolares y sociales, el impulso de mercados locales y la relocalización de la producción agraria mediante bancos de tierra y formación en producción ecológica. Citó como ejemplo a Aínsa, donde estas prácticas han demostrado ser viables y beneficiosas: «En Aínsa, hemos comprobado que estas prácticas son posibles y generan impactos positivos tanto en la sostenibilidad como en la justicia social«.

Además, subrayó que iniciativas como la reducción del desperdicio alimentario, la redistribución de alimentos para colectivos vulnerables y el desarrollo de estrategias agroalimentarias participativas son esenciales para fortalecer la acción climática desde lo local.

Finalmente, Pueyo hizo énfasis en la importancia de espacios como este seminario para compartir experiencias y generar recomendaciones que permitan a los municipios avanzar en la construcción de sistemas alimentarios más sostenibles. «El programa de hoy está diseñado para reforzar el impacto de las políticas alimentarias locales de orientación agroecológica, ofreciendo claves y ventanas de oportunidad que permitan mejorar nuestras acciones frente a la crisis climática», concluyó, dando inicio a una jornada que aspira a ser un punto de inflexión en la acción climática desde el ámbito municipal.

Manel Vázquez Asencio, director de Serveis de Comerç, Restauració i Alimentació del Ajuntament de Barcelona, subrayó durante su intervención la importancia de dar continuidad al trabajo de la Red de Municipios por la Agroecología, situando la conexión entre alimentación y clima como un eje clave de las políticas municipales. Destacó que este esfuerzo se enmarca en el Reto de Barcelona para la Buena Alimentación y el Clima, una iniciativa que nació durante la Capital Mundial de la Alimentación Sostenible en 2021, y que promueve la transformación de los sistemas alimentarios en municipios de todo el mundo para afrontar la emergencia climática. Según Vázquez, este reto también está alineado con la Estrategia de Alimentación Saludable y Sostenible 2030 de Barcelona, que prioriza el combate al cambio climático a través de políticas alimentarias integradas.

En su intervención, Vázquez enfatizó la necesidad de reflexionar sobre el impacto climático del sistema alimentario y de fortalecer las sinergias entre municipios para avanzar en acciones coordinadas de adaptación y mitigación. Asimismo, destacó la colaboración entre Barcelona, Granollers y Rivas-Vaciamadrid en la revisión de las acciones e indicadores para la acción climática propuestos por el Pacto de Políticas Alimentarias Urbanas de Milán, una alianza internacional de municipios que apuestan por la implementación de políticas alimentarias locales sostenibles y saludables.

El director concluyó agradeciendo la participación de los municipios y el personal técnico, reconociendo su papel crucial en la construcción de un sistema alimentario más sostenible y resiliente. “Estas jornadas buscan ser una fuente de inspiración y una oportunidad para avanzar en la creación de un modelo alimentario más justo y sostenible«, afirmó Vázquez.

Un modelo agroecológico como respuesta climática

Durante el seminario «Del plato al planeta: municipios que transforman», Enric Tello Aragay, historiador ambiental y catedrático, Universidad de Barcelona moderó la ponencia inicial impartida por Marta Rivera-Ferre, profesora de investigación del CSIC en INGENIO (CSIC-UPV). Rivera-Ferre abrió su intervención destacando la importancia de comprender las transformaciones que los sistemas alimentarios han experimentado en las últimas décadas. Según explicó, estas transformaciones muestran que el cambio es posible, ya que “el sistema alimentario hace 40 años no era lo que es ahora«. Esto, señaló, demuestra que hay margen de maniobra, especialmente desde la administración pública local, para impulsar pequeñas transformaciones que generen un gran impacto.

Rivera-Ferre analizó cómo la industrialización y globalización han convertido a los sistemas alimentarios en mecanismos de producción de mercancías, dejando de lado su objetivo fundamental de alimentar a las personas. «Producimos manzanas como si fueran tornillos», afirmó, señalando que este enfoque prioriza el mercado global en lugar de las necesidades locales. Además, explicó que el diseño actual de las políticas alimentarias, como la PAC (Política Agraria Común), refuerza esta lógica al centrarse en la competitividad y no en garantizar la alimentación como un derecho humano.

En cuanto al impacto ambiental, Rivera-Ferre subrayó que los sistemas alimentarios son responsables de entre el 21 % y el 37 % de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Un tercio de estas emisiones provienen de la deforestación y de la producción agraria intensiva, impulsadas principalmente por monocultivos y sistemas ganaderos industrializados. Este modelo, añadió, ha contribuido significativamente a la pérdida de biodiversidad, la degradación del suelo y el avance de la desertificación, particularmente en regiones como el Mediterráneo.

En este contexto, Rivera-Ferre destacó la necesidad de adoptar estrategias transformadoras en lugar de cambios incrementales. “El sistema alimentario no puede continuar como está. No nos valen los cambios incrementales; necesitamos transformaciones profundas que realmente permitan garantizar la seguridad alimentaria y la salud del ecosistema», afirmó. Estas transformaciones, explicó, deben incluir prácticas agroecológicas que no solo reduzcan emisiones, sino que también incrementen la biodiversidad y fortalezcan la resiliencia de los suelos.

La profesora enfatizó la importancia de integrar la gobernanza y la participación ciudadana en esta transformación. Explicó que iniciativas como las asambleas ciudadanas climáticas han demostrado que la ciudadanía, cuando está informada y participa en procesos deliberativos, puede proponer soluciones más avanzadas y radicales que los planes gubernamentales. Según indicó, muchas veces “la administración pública peca de conservadora por miedo a lo que pueda pasar», lo que limita la implementación de medidas transformadoras.

Rivera-Ferre cerró su intervención subrayando que la agroecología no es solo un conjunto de prácticas agrarias, sino un cambio profundo en la estructura de los sistemas alimentarios. Este enfoque, explicó, antepone la alimentación como un derecho humano, garantizar el acceso a recursos productivos como la tierra y fomentar una economía social y solidaria. «Necesitamos transitar hacia sistemas alimentarios que prioricen la alimentación como un derecho humano y no como una mercancía. Este cambio no solo es urgente, sino imprescindible para garantizar un futuro sostenible», concluyó.

Transformar las políticas alimentarias frente a la emergencia climática

Laura Calvet Mir, investigadora del Área de Sostenibilidad del Instituto Metrópoli y coordinadora del posgrado en Dinamización Local Agroecológica de la UAB, centró su intervención en los procesos necesarios para implementar políticas alimentarias locales. “La única estrategia viable para abordar la crisis climática desde los sistemas alimentarios es la agroecología», afirmó al inicio de su exposición, subrayando la urgencia de promover un cambio estructural que integre mitigación, adaptación y conservación de la biodiversidad.

Calvet explicó que uno de los pasos esenciales para los municipios es llevar a cabo un diagnóstico detallado de sus sistemas alimentarios. Este análisis debe identificar flujos de producción y consumo, entornos alimentarios y patrones de compra, para diseñar políticas adaptadas a las necesidades locales. También destacó la importancia de considerar aspectos como la gestión de residuos, la diversificación de cultivos y el impulso de mercados de proximidad, elementos clave para garantizar la resiliencia climática y fortalecer las economías locales.

En cuanto a los desafíos, señaló que “la falta de coordinación intersectorial dentro de los municipios es uno de los mayores obstáculos para implementar políticas alimentarias efectivas». Según Calvet, los planes alimentarios deben integrarse con otras áreas como urbanismo, salud pública y educación, ya que abordar los sistemas alimentarios de manera aislada limita su impacto transformador. Finalizó su intervención proponiendo alianzas entre distintos niveles de gobernanza y sectores para garantizar un enfoque integral que facilite la transición agroecológica.

Estrategias clave para comunicar la acción climática en los municipios 

Pere Jurado, director de Campañas y Comunicación en Legados, centró su intervención en el papel de la comunicación para movilizar a la ciudadanía frente al cambio climático. Explicó que, aunque el 80 % de la población en Cataluña expresa una alta preocupación por la emergencia climática, existe una desconexión significativa entre la ciudadanía y las políticas públicas. “Solo dos de cada diez personas sienten que las políticas climáticas les representan», subrayó, haciendo énfasis en la necesidad de una comunicación más efectiva y cercana.

Jurado destacó la importancia de reducir la polarización en el debate climático y fomentar una narrativa inclusiva que conecte con las preocupaciones reales de las personas. A modo de ejemplo, compartió iniciativas llevadas a cabo por su organización en municipios rurales como El Ejido, donde han trabajado para visibilizar los beneficios de los productos de orientación agroecológica no solo en términos de sostenibilidad ambiental, sino también como motores de salud y economía local.

“En un país como España, que muestra los mayores niveles de preocupación climática en el mundo occidental, la clave está en transformar esa preocupación en acción mediante mensajes claros y accesibles», afirmó Jurado. Concluyó resaltando que la sociedad es diversa y requiere estrategias de comunicación adaptadas a diferentes públicos para superar la apatía y movilizar a las personas hacia la acción climática.

Cierre de la sesión

Amaranta Herrero Cabrejas, investigadora y docente de la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad de Barcelona, cerró el panel agradeciendo a las personas ponentes por sus aportaciones y destacando la riqueza de las propuestas presentadas. Invitó a los asistentes a reflexionar sobre cómo integrar estas herramientas en sus territorios para avanzar hacia sistemas alimentarios sostenibles y resilientes. “El camino hacia la acción climática local pasa por la colaboración, la participación ciudadana y la integración de políticas alimentarias con otras áreas municipales», concluyó.

Herramientas para la transformación de políticas alimentarias locales

Introducción por Nuria Alonso Leal

Nuria Alonso Leal, de la Secretaría Técnica de la Red de Municipios por la Agroecología, inauguró la sesión destacando la importancia de ofrecer herramientas concretas que permitan a los municipios transformar sus políticas alimentarias. Según Alonso, el objetivo principal de esta sesión era presentar recursos prácticos que «aterricen conceptos abstractos en acciones tangibles», facilitando a las administraciones locales su integración en las estrategias de acción climática. Con entusiasmo, dio paso a María Carrascosa, describiéndola como «una experta que siempre trae la mirada práctica necesaria para convertir ideas en iniciativas aplicables en los territorios».

Intervención de María Carrascosa

María Carrascosa, representante de la Secretaría Técnica de la Red de Municipios por la Agroecología, comenzó su intervención ofreciendo un recorrido histórico sobre el trabajo de RMAe en la integración de la acción climática en las políticas alimentarias locales de orientación agroecológica. Señaló que este esfuerzo comenzó en 2020, en un contexto marcado por múltiples crisis: climática, alimentaria, sanitaria y socioeconómica. «En aquel momento lanzamos el informe Sistemas alimentarios locales frente a riesgos globales y promovimos la Declaración de Valladolid, firmada por 20 municipios comprometidos con este enfoque», explicó. Carrascosa subrayó que en 2021, durante el VII Foro Global del Pacto de Milán en Barcelona, RMAe presentó 28 acciones concretas para mitigar el cambio climático y avanzar hacia la agroecología. Estas acciones, según detalló, incluían la promoción de dietas basadas fundamentalmente en alimentos de origen vegetal, la relocalización de la producción y la reducción del desperdicio alimentario. “Queríamos ir más allá de las declaraciones de intenciones y comprometer a los municipios con medidas reales que tuvieran impacto», afirmó.

Herramientas para municipios

En 2023, el trabajo de la RMAe se enfocó en desarrollar herramientas prácticas que ayuden a los municipios a evaluar el impacto de sus políticas alimentarias y a incentivar la producción local de orientación agroecológica. Carrascosa presentó dos recursos clave:

  1. ‘¿Cuál es tu huella alimentaria?’
    Este recurso fue diseñado para recomendar herramientas para estimar los beneficios climáticos, económicos y sobre salud de proyectos alimentarios locales. “En la web huellaalimentaria.org compilamos 27 herramientas y generamos un recomendador que permite a los municipios identificar la más adecuada según sus necesidades específicas», explicó. También destacó que el recurso web incluye fichas informativas de cada herramienta de cálculo con el objetivo de facilitar su uso, aunque admitió que algunas requieren capacitación técnica para su implementación efectiva.
  2. Guía sobre servicios ambientales de la agroecología
    Este documento propone estrategias financieras, técnicas y operativas para potenciar e incentivar los beneficios ambientales generados por la producción local de alimentos. Carrascosa mencionó ejemplos concretos como los contratos agrarios de la Reserva de la Biosfera de Menorca y Collserola. «Queríamos ofrecer soluciones viables que permitieran a los municipios apoyar la producción de orientación agroecológica desde sus competencias locales», señaló.

Actualización del Pacto de Milán

Finalmente, Carrascosa presentó el trabajo de RMAe con el Pacto de Milán para actualizar sus recomendaciones e indicadores de 2015, integrando la acción climática. “Las recomendaciones originales eran útiles, pero necesitan adaptarse a los desafíos actuales e incluir además de la mirada climática, el enfoque de género y de diversidad cultivada, entre otros aspectos” explicó. Además, destacó la participación de municipios de RMAe, como Rivas-Vaciamadrid, Granollers y Barcelona, en la evaluación de estas propuestas para garantizar su aplicabilidad.

Cierre y transición

Carrascosa cerró su intervención invitando a los municipios a aprovechar estas herramientas y recursos para potenciar sus políticas alimentarias locales. “El objetivo es escalar estas iniciativas y lograr un impacto real en los territorios, avanzando hacia sistemas alimentarios más justos y sostenibles», concluyó. La sesión continuó con un bloque de debate donde representantes municipales compartieron sus experiencias en la implementación de estas estrategias.

Resultados tangibles y aprendizajes compartidos

Mesa Redonda: Conclusiones de los municipios adheridos al Reto de Barcelona

Hora: 11:30 h
Moderadora: María Carrascosa, Secretaría Técnica, Red de Municipios por la Agroecología
Participantes:

  • Javier Barchín y Alberto Rivas, Ayuntamiento de Rivas-Vaciamadrid
  • Francesc Arolas y Vicenç Planas, Ajuntament de Granollers
  • Manel Vázquez Asencio, Maria Solé Congost y Helena Barracó Nogué, Ajuntament de Barcelona

Introducción por María Carrascosa

María Carrascosa inició la mesa redonda destacando el compromiso de los municipios adheridos al Reto de Barcelona para la Buena Alimentación y el Clima con la transformación a sistemas alimentarios de orientación agroecológica. Explicó que el objetivo de la sesión era compartir avances y desafíos para inspirar a otros municipios. “Esta mesa es una oportunidad para conocer acciones concretas que ya están en marcha y reflexionar sobre cómo escalar estas iniciativas», afirmó Carrascosa.

1. Políticas Alimentarias en Granollers

Francesc Arolas, teniente alcalde y concejal del Ajuntament de Granollers, comenzó su intervención subrayando que la agroecología es central en las políticas alimentarias del municipio. Señaló la importancia de proteger las pequeñas superficies agrarias que aún existen y aprovecharlas para fomentar la producción local.

Entre las iniciativas destacadas, mencionó:

  • Derecho a la alimentación saludable y sostenible: El proyecto La Mimosa permite a familias en situación de vulnerabilidad acceder a alimentos frescos y de calidad en una cooperativa de consumo local mediante un sistema de tarjetas de crédito social. Arolas señaló que esta iniciativa busca “integrar a estas familias en la vida comunitaria a través del acceso a una alimentación diversa y saludable».
  • Mercado del sábado: Organizado en una plaza céntrica, este mercado promueve el consumo de productos locales, de temporada y ecológicos. “Es un punto de encuentro donde la ciudadanía puede acceder fácilmente a alimentos sostenibles y saludables», explicó Arolas.
  • Banco de semillas: Con el apoyo del Museo Municipal de Ciencias Naturales, Granollers gestiona un banco de semillas para preservar la biodiversidad cultivada local. “Estas semillas no solo se distribuyen entre agricultores locales, sino que también están disponibles para la ciudadanía», añadió.

2. Iniciativas en Rivas-Vaciamadrid

Javier Barchín, director de Desarrollo Económico del Ayuntamiento de Rivas-Vaciamadrid, compartió varias iniciativas en el marco del Reto de Barcelona:

  1. Parque Agroecológico del Soto del Grillo: Este proyecto comenzó en 2008 con la permuta de terrenos urbanos por rústicos. “Por solo 200 euros anuales, las personas adjudicatarias reciben una hectárea de terreno con riego incluido, apoyo técnico y un pequeño almacén», explicó Barchín. El parque tiene un impacto significativo en la comunidad, integrando a personas agricultoras, ganaderas y asociaciones locales.
  2. Plataforma de comercio local: Una herramienta digital que conecta a pequeños negocios con la ciudadanía. “Con más de 1.000 comercios registrados, esta plataforma fomenta cadenas de distribución cortas y dinamiza el comercio de proximidad», detalló.
  3. Compostaje comunitario: Este proyecto emplea a personas con diversidad funcional para gestionar composteras y reduce significativamente el transporte de residuos. “La ciudadanía está muy implicada, con 300 familias participando activamente en el proceso», señaló Barchín.

3. Estrategia de Alimentación Sostenible en Barcelona

Manel Vázquez, del Ajuntament de Barcelona, describió la estrategia alimentaria de la ciudad, que incluye 44 líneas de trabajo hacia 2030. Entre las iniciativas destacadas, mencionó:

  • Educación alimentaria: Desde 2021, más de 60 centros educativos han adoptado programas de alimentación sostenible en el marco de Menjadors Més Sans i Sostenibles.  “Estamos desarrollando programas educativos para que la alimentación, también en la escuela, sea un modelo de sostenibilidad y salud», afirmó Vázquez.
  • Compra pública sostenible: El Ayuntamiento ha implementado una instrucción técnica que prioriza alimentos locales, ecológicos, frescos y de temporada en las compras municipales, haciendo prevención del desperdicio alimentario.
  • Mercados locales: Barcelona ha fortalecido sus mercados para garantizar el acceso a productos de proximidad y apoyar a pequeños productores y productoras.

Helena Barracó, jefa de departamento del Ajuntament de Barcleona, añadió que la Estrategia busca abordar la descarbonización y mitigar el impacto climático de los sistemas alimentarios. “Nuestra meta es avanzar hacia un modelo de alimentación saludable y sostenible que reduzca las emisiones de carbono», explicó.

4. Limitaciones y retos identificados

María Solé, técnica del Ajuntament de Barcelona, habló sobre los principales desafíos en la implementación de políticas alimentarias:

  • Coordinación intersectorial y supramunicipal y marco regulador: la importancia de la coordinación transversal tanto a nivel municipal como supramunicipal. Y a la vez, disponer de un marco claro, en cuanto a planes, estrategias y regulación reglamentaria y legislativa, de las políticas alimentarias y climáticas, para garantizar un enfoque integral.
  • Competencias limitadas: Señaló que muchas acciones necesarias dependen de niveles autonómicos o estatales, lo que complica su implementación a nivel municipal.
  • Para una participación efectiva, subrayó la importancia de fortalecer las organizaciones para que dispongan de recursos suficientes para una efectiva participación. A la vez, las propuestas y los espacios participativos deben ser ágiles, evitar duplicidades y estar interconectados.

5. Recomendaciones para el futuro

Alberto Cruz, asistencia técnica del Ayuntamiento de Rivas, cerró la mesa redonda con tres recomendaciones clave:

  1. Desarrollar estrategias integrales: Cruz integró la clave alimentaria en su Estrategia de economía circular de 2020. “No siempre es necesario crear una estrategia independiente; se pueden aprovechar planes existentes», sugirió.
  2. Fomentar la colaboración interdepartamental: Rivas ha implementado un programa coordinado entre concejalías que incluye talleres sobre alimentación sostenible en escuelas.
  3. Involucrar a la ciudadanía: “La participación ciudadana facilita la aceptación de las políticas alimentarias y genera un impacto positivo en los hábitos de consumo», concluyó Cruz.

Conclusión

María Carrascosa agradeció a los ponentes por sus aportaciones y concluyó señalando que “los municipios son agentes clave para liderar la transición hacia sistemas alimentarios sostenibles, saludables, justos y resilientes». La sesión cerró con una invitación a continuar el debate durante el café, fomentando el intercambio de experiencias y aprendizajes.

Hacia propuestas concretas para la acción local

Uno de los momentos más destacados del seminario fue el taller participativo, donde las personas asistentes trabajaron en grupos para desarrollar hojas de ruta en áreas como la producción, distribución, equidad social y económica, dietas sostenibles y nutrición, desperdicios y gobernanza alimentaria.

María Carrascosa, de la Secretaría Técnica de la RMAe, explicó: «Estos talleres son una oportunidad para que los municipios se lleven propuestas concretas a sus territorios, basadas en las necesidades locales y adaptadas a sus competencias».

Una llamada a replicar las buenas prácticas

El evento concluyó con un compromiso renovado por parte de los municipios asistentes para seguir implementando políticas alimentarias que respondan a la emergencia climática. «Este seminario demuestra que los municipios son actores transformadores y que, desde lo local, se pueden generar cambios globales», afirmó Enrique Pueyo, presidente de la Red de Municipios por la Agroecología.

Hacia un futuro más sostenible

La jornada forma parte de las acciones fruto de la alianza entre RMAe y el Ajuntament de Barcelona, que busca generar herramientas para catalizar la transición a sistemas alimentarios de orientación agroecológica que mitiguen la emergencia climática y se adapten a sus consecuencias. Pretende además comunicar los retos enfrentados y logros alcanzados en ese camino, así como poner en valor el potencial de los municipios como protagonistas de la acción climática, y la promoción de salud, la justicia social y la sostenibilidad.

Para más información, visita los enlaces con el programa completo y las conclusiones del evento:

Acerca de la Red de Municipios por la Agroecología

El objetivo principal de la Red de Municipios por la Agroecología (RMAe) es ayudar a las administraciones locales a construir sistemas alimentarios sostenibles, resilientes, respetuosos con el medio ambiente, inclusivos, seguros y diversificados, garantizando el acceso a alimentos saludables y sostenibles para toda la población, al tiempo que se fomenta el empleo local. La Red, presidida por Enrique Pueyo, alcalde de Aínsa-Sobrarbe (Huesca), cuenta actualmente con 33 municipios adheridos, entre los que se incluyen nuevas incorporaciones como Alfarb (València), Ataun (Gipuzkoa), Bilbao (Bizkaia), Eslida (Castelló), Medina Sidonia (Cádiz), Urroz Villa (Nafarroa), Vall d’en Bas (Girona) y Vegadeo (Asturias). Además, la Red está respaldada por 36 organizaciones del Consejo de Organizaciones Sociales (COS). La Junta Directiva está conformada por los municipios de Aínsa-Sobrarbe (Huesca), Rivas-Vaciamadrid (Madrid), Orduña/Urduña (Bizkaia) y El Prat de Llobregat (Barcelona).