En colaboración estratégica con Red de Municipios por la Agroecología y la Asociación para la Agricultura Biodinámica en España

Abierta la fase de crowdfunding de los cuatro proyectos finalistas de «Sembramos Biodiversidad» para impulsar la producción de semillas ecológicas

La Fundación Triodos ha dado inicio a la fase de crowdfunding para los cuatro proyectos seleccionados en la convocatoria «Sembramos Biodiversidad«, anunciados recientemente.

Esta iniciativa, que busca impulsar el tejido empresarial ligado a la producción de semillas y la mejora vegetal ecológica, estará abierta a la financiación colectiva hasta el 29 de junio en el Canal Sembramos Biodiversidad.

Fundación Triodos, entidad sin ánimo de lucro vinculada a Triodos Bank, en colaboración con la Red de Municipios por la Agroecología y la Asociación para la Agricultura Biodinámica en España y con el apoyo del proyecto europeo LiveSeeding, ha anunciado los cuatro proyectos finalistas del matchfunding Sembramos Biodiversidad.

La convocatoria tiene como objetivo apoyar al tejido empresarial a través de las pequeñas iniciativas de producción y comercialización de semillas ecológicas de una diversidad de poblaciones y variedades adaptadas a los contextos locales. Entre los criterios que se han valorado para la selección están la innovación, la viabilidad y la transparencia de las entidades. Cada proyecto incluido en la campaña deberá alcanzar sus objetivos mediante donaciones de particulares y las que alcancen el mínimo de recaudación se beneficiarán también del fondo de la convocatoria, aportado por Triodos Bank, la Asociación Agro-Cultura con Respeto y la Asociación de Agricultura Biodinámica de España, hasta un máximo de 2.500 € por proyecto.

Los proyectos seleccionados son: la Associació de Varietats Locals, que trabaja en la recuperación de variedades locales de hortalizas, legumbres, cereales y frutales en las Islas Baleares, utilizará los fondos recaudados para comprar una secadora de semillas; Esporus, impulsado por L’Era, se centra en hacer accesibles las variedades locales agrarias catalanas y destinará los fondos a un sistema de secado forzado de semillas; Banc Alacantí de Llavors (BALL), dedicado a la recuperación de variedades tradicionales agrícolas, empleará los fondos para la multiplicación y caracterización de cinco variedades tradicionales; y la Red de Semillas de Aragón (RSA), formada por agricultores y agricultoras en Aragón, busca hacer sostenible el proyecto «Simién d’o lugar«, orientado a la recuperación de la biodiversidad agrícola a través de la comercialización de semillas.

Para María Carrascosa, responsable de LiveSeeding en la Red de Municipios por la Agroecología, “estas iniciativas han recuperado muchas variedades locales que estaban a punto de desaparecer y gracias a ellas se pueden adquirir semillas ecológicas de todos estos productos. Todas ellas contribuyen a construir un sistema alimentario más sostenible y saludable, vinculado a la cultura local». Elena Hernando, responsable de proyectos de Fundación Triodos, destaca que «estos cuatro proyectos representan una necesidad y una oportunidad para la preservación y producción de semillas, base de nuestra alimentación. Es necesario apoyarlos para que puedan contribuir al reto prioritario por la emergencia climática de generar marcos y recursos suficientes que permitan conseguir el 100 % de semillas ecológicas en 2036». Juan José Sánchez, de la Asociación para la Agricultura Biodinámica en España, afirma que «es alentador comprobar que hay grupos de personas preocupadas por la biodiversidad y la sostenibilidad. Cuanto mejores sean las semillas, mejor principio tendremos para lograr la sostenibilidad y proveernos de alimentos realmente saludables».

Preservar e impulsar el cultivo de semillas locales y ecológicas

Las semillas son la base del sistema alimentario, por lo que el uso de las ecológicas asegura una producción sostenible de principio a fin de alimentos nutricionalmente más completos y contribuye a la conservación y fomento de la biodiversidad cultivada y el patrimonio cultural asociado.

Ante las emergencias globales a las que nos enfrentamos actualmente, como la climática o la pérdida de biodiversidad, el impulso del cultivo de las semillas locales y ecológicas supone una oportunidad para generar agrosistemas locales sostenibles, saludables, resilientes y culturalmente significativos.

La Estrategia Europea «De la granja a la mesa« presentada por la Comisión Europea en 2020 tiene el objetivo de alcanzar el 25 por ciento de la superficie agraria en producción ecológica en 2030. Además, el Reglamento Europeo de la producción ecológica y etiquetado de los productos ecológicos -Reglamento (UE) 848/2018- establece que en 2036 ya no haya derogaciones para el uso de semillas no ecológicas.

Por ello, las organizaciones participantes, en un esfuerzo por generar y restaurar agrosistemas biodiversos y resilientes, ofrecen su apoyo a las pequeñas empresas que trabajan en el campo de la producción de semillas y la mejora vegetal ecológicas ante los desafíos importantes a los que se enfrentan.

Sobre los proyectos

Associació de Varietats Locals

Entidad sin ánimo de lucro constituida en 2002 a partir de la propuesta de personas productoras, técnicas y estudiosas de la agrobiodiversidad de las Islas Baleares, mayoritariamente en Mallorca. Su trabajo se centra en la recuperación de las variedades locales de hortalizas, legumbres, cereales y frutales, así como de los conocimientos campesinos asociados a ellas. Promueve la producción, conservación y gestión colectiva de la biodiversidad cultivada como patrimonio de los territorios y sus gentes.

Con las islas como eje de actuación, el proyecto de multiplicación y dispersión de variedades locales es el corazón de la asociación. Con lo recaudado en la campaña Varietats Locals comprará una secadora de semillas para mejorar la calidad y poder favorecer su germinación y conservación.

Esporus 

El proyecto, impulsado por L’Era, asociación sin ánimo de lucro fundada en 1999 bajo el amparo del equipo docente y personas del entorno de la Escuela Agraria de Manresa, tiene el objetivo de hacer accesibles las variedades locales agrarias catalanas.

El pequeño banco de semillas de Esporus trabaja en la producción ecológica y artesanal de semillas de variedades locales, así como en su prospección, conservación, estudio y difusión y en su conocimiento tradicional. Lo recaudado en el matchfunding irá destinado a la inversión en un sistema de secado forzado de semillas para mejorar los requisitos de calidad.

Banc Alacantí de Llavors (BALL)

BALL es una asociación para la recuperación de variedades tradicionales agrícolas y fomentar su uso. Entre sus actividades se encuentran la prospección en fincas de agricultores y agricultoras, la participación en ferias de intercambio de semillas y mercados agroecológicos, el desarrollo de proyectos de sensibilización y educación en desarrollo sostenible, así comola gestión y préstamo de semillas y su reproducción por personas voluntarias especializadas.

Lo recaudado en el matchfunding irá destinado a la multiplicación de semillas de cinco variedades tradicionales y a su caracterización para una posterior mejora participativa.

Red de Semillas de Aragón

La Red de Semillas de Aragón (RSA) nace en 2011 con la misión de promover el uso, la producción y la conservación de la biodiversidad agrícola de Aragón. Está formada por agricultores y agricultoras profesionales y aficionados/as, que actúan de forma individual en el territorio aragonés o través de grupos locales.

Los fondos recaudados en el matchfunding tienen como objetivo hacer sostenible económicamente el proyecto Simién d’o lugar, con el que pretenden dar un paso más en la recuperación de la biodiversidad agrícola en su región a través de la comercialización de semillas.

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¿Qué ocurre cuando ponemos a dialogar el arte con la alimentación? ¿Y si lo hacemos desde la agroecología, el derecho a la ciudad y el vínculo con los territorios? Estas fueron algunas de las preguntas que sobrevolaron el webinario “Prácticas artísticas para la transición alimentaria”, celebrado el pasado 10 de abril. El encuentro, impulsado desde el Consejo de Organizaciones Sociales de la Red, reunió a colectivos y personas que trabajan desde lo artístico, lo culinario y lo comunitario en distintos territorios. Cinco proyectos —diferentes entre sí, pero con muchas resonancias compartidas— sirvieron de punto de partida para pensar juntas cómo seguir incorporando las prácticas culturales en los procesos de transición hacia sistemas alimentarios más justos.

Territorio, memoria y prácticas vivas

Desde Córdoba, Javier Orcaray -de Plata Lugar– abrió la sesión compartiendo el trabajo desarrollado en La Fragua y en proyectos posteriores como Culto Culinaria o SubCenteno. A través de residencias artísticas, recuperación de saberes y tecnologías ancestrales (como las ollas de irrigación o los hornos comunitarios), sus iniciativas han activado espacios de experimentación y encuentro entre arte, alimentación, territorio y memoria colectiva. “No se trata de engullir, sino de cocinar a fuego lento”, recordaba Javier, apelando tanto al acto de comer como a los procesos de transformación social.

En otro punto de la geografía, Ana Bellos y Sara García compartieron la experiencia de Comensales, un ciclo de trabajo interdisciplinar desarrollado desde la Fundación Cerezales Antonino y Cinia en torno al comer, impulsado por su área de educación en colaboración con artistas y gastrónomos como Rubén Barroso. A través de talleres sobre recolección silvestre, fermentación o ahumado, Comensales disuelve las fronteras entre gastronomía, botánica, arte contemporáneo y etnografía, generando espacios significativos de aprendizaje colectivo.

Renacimiento cultural desde lo rural y lo urbano

De la mano de los hermanos Navazo conocimos la experiencia de La Fresnedilla, en Sierra Morena (Córdoba), que mostró cómo la agroecología puede ir de la mano de una programación cultural intensa y comprometida. En su finca y desde su asociación cultural, combinan producción de aceite, residencias artísticas, festivales como el MARCo (Música, Arte Relacional y Cuidados en Obejo) y colaboraciones con instituciones muy diversas. Su apuesta: un “renacimiento cultural del mundo rural” desde la vanguardia y la modernidad, no desde el folclore.

Desde Barcelona, la artista Marina Monsonís relató cómo su trabajo ha ido entretejiendo arte, política y cocina popular en espacios como la Cuina del MACBA o proyectos comunitarios en barrios como la Barceloneta o la Zona Franca. A través de talleres de cocina, murales, libros y encuentros, Marina pone en valor los saberes de las mujeres mayores, las recetas migrantes y la economía de lo doméstico como herramientas de justicia climática y transformación social.

Y por último, Lilian Weikert de La Plasita (Sevilla), entidad perteneciente al COS, nos trasladó las claves de su proyecto, incluyendo toda su apuesta por la gastrosofía, y aportó una reflexión más transversal: ¿cómo integrar estas prácticas artístico-alimentarias en las políticas públicas locales? ¿Cómo hacerlo sin perder la potencia crítica ni precarizar aún más a quienes trabajan en estos cruces?

Algunas claves que emergen del encuentro

Más allá de la diversidad de formatos y enfoques, el webinario permitió identificar una serie de temas comunes:

  • El arte puede ser una herramienta poderosa para sensibilizar sobre la alimentación, el territorio y la justicia social.
  • Los proyectos más transformadores combinan investigación, producción y participación comunitaria.
  • Las cocinas —como espacio simbólico, afectivo y político— son lugares clave para generar vínculos y compartir saberes.
  • Existe una tensión entre los discursos transformadores y las prácticas reales dentro de las instituciones, un camino en el que seguir avanzando.

El encuentro también evidenció el interés y la necesidad de seguir creando espacios como este, donde compartir experiencias, metodologías y preguntas, y donde tejer complicidades entre el mundo del arte, la agroecología y las políticas públicas alimentarias.

Desde la Red agradecemos a todas las personas y colectivos participantes por su generosidad, por abrir sus cocinas, sus procesos y sus territorios. Y os animamos a seguir profundizando en estos cruces donde el arte es un medio para activar preguntas, vínculos y futuros posibles.

Pero nada mejor para quienes no pudisteis asistir que escucharles en el video del webinario:

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