Ciudades, supermercados cooperativos y políticas alimentarias
Este pasado 31 de Marzo, en medio de la crisis que vivimos actualmente por la expansión del virus Covid-19, las medidas tomadas para su control y el impacto que éstas estan teniendo en los pequeños productores y productoras y espacios de consumo agroecológicos, mantuvimos el calendario previsto en nuestros Itinerarios de Intercambio, destinando dos horas de webinario a los Supermercados Cooperativos.
Conocimos de la mano de sus promotores, las experiencias de La Osa (Madrid), Food Coop Barcelona, A Vecinal (Zaragoza), FresCoop (Manresa) y Som Alimentaciò (València) que muy amablemente nos desgranaron los entresijos de la creación, puesta en marcha y vida de los respectivos supermercados cooperativos. Además, gracias a la gran y diversa afluencia de participantes, pudimos conocer un poquito de la iniciativa Cardedeu Autosuficient, un híbrido entre supermercado cooperativo y grupo de consumo tal y como se definiern ellxs.
Como asociación de ayuntamientos, nos interesaba saber especialmente qué papel podían jugar las administraciones públicas en el apoyo a este tipo de iniciativas tradicionalmente de carácter privado y social.
Una a una fuimos sabiendo que en casi todas las iniciativas la proyección de la película FoodCoop y mirarse en el espejo de otros proyectos (desde el de Park Slow Food Coop en Brooklyn hasta proyectos muchos más locales y pequeños) jugaron un papel importante en la inspiración y formación de un nuevo colectivo de personas preocupadas por otras formas de consumir sus alimentos y de gobernanza colectiva y económica.
Las exposiciones y las preguntas estuvieron centradas en cuestiones clave y que todavía en muchos casos están por resolver como son las dificultades y necesidad de contar con un local y las características que debe cumplir, la inversión que requiere el proyecto y los diferentes modelos para conseguir esa financiación, los criterios de compra, el hacer servicio a domicilio o no, los precios y márgenes, los modelos de gobernanza y la participación de las socias en el ámbito económico, de tareas, de toma de decisiones…etc y por supuesto, cómo está afectando de distinta manera a estos proyectos la crisis por el coronavirus. Sobre esta última cuestión los retrasos en algunas acciones de los proyectos (desde conseguir un local a reformarlo) plantearse y poner en marcha la entrega a domicilio, o los cambios de horarios para ajustarse al estado de confinamiento y hábitos de salidas a comprar, son distintas las afecciones sufridas, más allá por supuesto de la incertidumbre de cara al futuro y la sensación de vulnerabilidad de cara a las productoras y productores y el propio canal de comercialización. Algunos de los súper están desbordados por las nuevas exigencias de la situación, y otros, en un estado más germinal, están aprovechando este momento, para repensar algunos aspectos de los proyectos que normalmente por la inercia de tirar hacia delante se van quedando con necesidad de revisiones a pesar de ser muy importantes, como todo lo que tiene que ver con la gobernanza y la organización interna.
Al final de la sesión, tras haber hecho un repaso en detalle de todo lo que caracteriza a la vida de un Supermercado Cooperativo, abordamos la cuestión que lanzábamos al principio: ¿cómo pueden las administraciones públicas apoyar la puesta en marcha de estos proyectos? Si bien la participación de la administración pública en un proyecto de estas características genera ciertos debates y discrepancias, sí había una postura unánime en cuanto a que si bien no es imprescindible ya que la base de un supermercado cooperativo es el empuje de las personas que lo conforman, las sinergias entre instituciones y super cooperativo son bienvenidas y pueden resultar una palanca fundamental en algunos casos para el éxito. Se valora mucho la intención, que exista interés para conocer el proyecto a fondo, que haya personal del ayuntamiento que sabe cómo funciona..etc pues dota de mayor legitimidad el proyecto y por lo tanto es un apoyo importante. Además puede apoyar en algunos retos:
- asesoramiento técnico
- asesoramiento legal
- búsqueda de local y capacidad de encontrar uno adecuado en el momento justo (ya que “el momento” donde todas las condiciones para arrancar el proyecto es muy concreto y tener el local en ese instante es clave)
- aval financiero si fuera el caso
Lo cierto es que el debate fue de lo más interesante, y dejó reflexiones para darles una vuelta, como la posibilidad de inspirarse en las estrategias de las grandes superficies para comunicar, analizar los hábitos de consumo, la viabilidad del proyecto…etc; la necesidad de tener una buena masa crítica detrás del proyeto (socios y socias), personal para hacerse cargo de las tareas críticas y cuidar las relaciones como claves de éxito para impulsar y sostener un supermercado cooperativo; y la importancia de que la oferta de los súper permita la inclusividad social y económica de toda la sociedad.
Son tiempos complejos para proyectos como los que compartimos la semana pasada, pero como decía Tomás de La Osa: “con trabajo previo, cabeza y ganas, hay que avanzar, dar las vueltas justas a la tortilla para que no se queme. Ser capaces de anticiparnos en lo posibles a los cambios que puedan darse en la realidad, pero que eso no nos bloquee para seguir”