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Valladolid da los primeros pasos hacia una Estrategia Alimentaria Local

El abastecimiento alimentario de una gran ciudad es un reto que moviliza muy variadas dimensiones en los ámbitos de la justicia social, la sostenibilidad, el urbanismo y la ordenación del territorio, la salud pública, el ámbito laboral, el económico, el educativo o el comunitario. Por ello, están surgiendo en los últimos años iniciativas que, conscientes del potencial de las políticas alimentarias -como punto de encuentro temático para la gobernanza integral y multinivel- pretenden transitar hacia modelos integrados, sostenibles y coherentes de planificación.

Es el caso de la ciudad de Valladolid, que está iniciando estas semanas su propio proceso de investigación, reflexión y participación para avanzar hacia un modelo más sostenible de alimentación. Para abordar estas cuestiones, pero sobre todo para lanzar un debate al respecto en la sociedad vallisoletana, el Ayuntamiento de Valladolid ha puesto en marcha un proceso participativo para la redacción de su propia Estrategia Alimentaria Local, en consonancia con el acuerdo aprobado por unanimidad en el pleno municipal de 10 de enero “en defensa de la soberanía alimentaria y dinamización de los territorios agrarios”.

Lo hace en colaboración con el Grupo de Energía, Economía y Dinámica de Sistemas de la Universidad de Valladolid y la fundación entretantos y gracias a la financiación de la Fundación Daniel y Nina Carasso.

Se trata de un proyecto ambicioso al que están convocados todos los actores sociales que tienen algo que ver con la cadena alimentaria en la ciudad: comerciantes, agricultores, hosteleras, sanitarios, educadoras, profesionales y consumidores que tienen mucho que decir para conseguir un objetivo a largo plazo: construir entre todos un sistema alimentario local en Valladolid más sostenible, más cercano y más justo.

El reto que se plantean en Valladolid necesita, al menos, movilizar cuatro elementos sobre los que quieren pivotar el proyecto:

  • Un análisis del metabolismo de la ciudad y de su alfoz, centrado en lo relativo a los flujos alimentarios. Un trabajo que analice con detalle las necesidades alimentarias actuales de su población y los circuitos que siguen estos alimentos, pero también los impactos que generan las actuales configuraciones de las cadenas de distribución alimentaria, así como las posibilidades que ofrece el territorio próximo para generar un sistema alimentario local sostenible social y ecológicamente.
  • Una investigación social que permita vislumbrar las barreras (físicas y de infraestructuras; sociales y psicosociales; y económicas) presentes en el área metropolitana de Valladolid y que dificultan los cambios que un modelo alimentario sostenible y de cercanía podría encontrarse.
  • Un acuerdo social entre los principales actores implicados (autoridades locales relacionadas con el medio ambiente y la economía; comerciantes, restauración, hostelería y turismo; productores agroecológicos de cercanía y consumidores; centros educativos y de salud; así como otras entidades del tercer sector etc.)
  • Unas líneas estratégicas consensuadas que dibujen el ‘hacia dónde’ encaminar los esfuerzos para cambiar las políticas alimentarias locales desde una perspectiva integral y transversal; y esbozar los principios básicos de una Estrategia Alimentaria Local y Sostenible.

Entre las primeras necesidades para revisar el sistema alimentario local está conocer la opinión de consumidores y consumidoras: ¿cómo se compra en Valladolid? ¿Qué barreras existen para un modelo alimentario más sostenible? ¿Qué cambios son los prioritarios? Para avanzar en un mejor conocimiento de estas cuestiones se ha elaborado un sencillo cuestionario online, pensado para que lo cumplimente el mayor número de personas posible.

Para más información sobre el proyecto y los pasos que se van a ir dando, se puede consultar la web del proyecto pinchando aquí.

 

Barcelona diseña su Estrategia de Impulso de la Política Alimentaria 2016-2019

El Ayuntamiento de Barcelona ha diseñado la Estrategia de Impulso de la Política Alimentaria 2016-2019 para promover desde la administración una política dirigida hacia la soberanía alimentaria y el consumo responsable. Se va a trabajar en seis ámbitos: la producción, la distribución, el consumo, la prevención y gestión de residuos, la sensibilización, difusión y formación y la seguridad alimentaria.

Los objetivos de la Estrategia son éstos:

1| Extender la soberanía alimentaria en la producción, la distribución y el consumo.

2| Fomentar la producción agroecológica.

3| Fomentar los circuitos cortos de comercialización y la presencia del producto agroecológico y de proximidad a la red de mercados municipales.

4| Fomentar el consumo responsable y luchar contra el despilfarro alimentario.

5| Velar por la seguridad alimentaria.

La estrategia persigue trabajar en la producción agroecológica, los circuitos cortos de comercialización y la presencia del producto agroecológico y de proximidad en los mercados municipales, además de luchar contra el desperdicio de alimentos.

Además, se prevé ampliar la práctica de la agricultura urbana y aumentar la producción de alimentos de manera ecológica, apoyando las iniciativas que promuevan los bancos de tierras para facilitar su acceso y su uso agrario.  También se pretende impulsar los bancos de semillas de variedades locales e incorporar nuevos perfiles laborales agroecológicos en planes de formación y ocupacionales de Barcelona Activa.

Con el objetivo de minimizar los residuos que provoca el sistema alimentario se van a desarrollar programas tanto en los centros educativos como dirigido a la  la ciudadanía para difundir los beneficios de un consumo responsable y saludable.

El conjunto de acciones cuenta con un presupuesto estimado total de 11,49 millones de euros y una inversión total de casi 3.819.000 euros.

Se puede acceder al documento de la Estrategia, en el que se detalla el marco de intervención, los documentos de referencia con que se ha trabajado y las acciones previstas pinchando en este enlace.