Aprendiendo sobre pagos por servicios agroambientales

El pasado 21 de marzo abrimos una pequeña ventana en nuestros espacios de intercambio para conocer mejor el universo de los pagos por servicios agroambientales. Consideramos que utilizar herramientas de compensación e incentivo a aquellos productores y productoras que cuidan de nuestro entorno y contribuyen a la lucha contra el cambio climático como son los agroecológicos puede ser un revulsivo para el sector y para el camino hacia sistemas alimentarios más sostenibles. 

María Carrascosa, de la Secretaría Técnica Red de Municipios por la Agroecología introdujo y moderó el seminario recordándonos el contexto de emergencia climática, los compromisos internacionales en este sentido y el papel que juega el sistema alimentario como palancas de cambio claves para enfriar el planeta. Así, nos presentó el Reto de Barcelona para la Buena Alimentación el Clima fruto de la preocupación de municipios de RMAe del nexo entre alimentación y clima. En el marco de este Reto la apuesta de estos municipios es reducir la emisión de GEI a través del impulso de políticas que hacen más sostenible y saludable su sistema alimentario. En concreto, se comprometen globalmente a reducir poco más de 11 millones de tCO2eq al año, lo que equivale a las emisiones de 2,40 millones de coches contaminantes. Además, a través de un Convenio con el Ayuntamiento de BCN, la RMAe está trabajando en desarrollar herramientas como el pago por servicios de los agrosistemas para la acción climática a personas productoras. 

Inició la sesión Ricard Ramón, Jefe de Unidad Adjunto en la Dirección General de Agricultura y Desarrollo Rural de la Comisión Europea. Ricard además de hacer un repaso importante sobre el estado de los marcos estratégicos y las herramientas que desde Europa pueden soportar el incentivo a las prácticas agroecológicas en la producción, nos recordó que para la Comisión Europea es importante que el ámbito local sea proactivo y que todos los niveles estén coordinados.

A pesar de que vienen nuevas normativas que contribuirán a reforzar la producción agroecológica y los canales cortos de comercialización, en cuanto a la cuantificación de la captura todavía hay que seguir trabajando en las metodologías para ello. Asegura que si nos ponemos de acuerdo en la metodología para cuantificar la captura, se podrán desarrollar herramientas para cuantificar esas capturas y remunerarlas

Ricard fue el primero durante la mañana en mencionar el pago por resultados -Se pagará en función de lo que se consigue, no por la práctica- concepto que estuvo sobre la mesa a lo largo de la sesión.

Tras el marco ofrecido por Ricard Ramón, continuamos con las experiencias más innovadoras del estado en pagos por servicios agroambientales en este contexto de estar todavía “en camino”. Carolina Yacamán, Doctora en Geografía por la Universidad Autónoma de Madrid investigadora de políticas relacionadas con los sistemas agroalimentarios, y la seguridad y soberanía alimentaria nos presentó el proyecto Contracts 2.0 en el que participó como Heliconia. Este proyecto internacional busca mejorar el conocimiento de politicas agrarios que incorporan objetivos medioambientales y diseñar nuevas medidas agroambientales climáticas aplicadas a la conservación de y generación de bienes públicos ambientales. Se enfrentaron a la dificultad de que no haya una metodología que permita pagar a los agricultores y vean esos resultados desde que inician los cambios hasta ver resultados. A través de un proceso participativo apoyado en los llamados Laboratorio de Innovación Contractual (sector agrario -explotaciones familiares hortícolas periurbanas- sindicatos, entidades custodia agraria) y el Laboratorio de Políticas Públicas (con técnicos de la administración regional vinculados a los PDR, técnicos del CAEM, de los GAL e investigadores) concluyeron que las medidas de pagos debían ser híbridas entre los pagos directos y los pagos por resultados. Uno de los resultados que lograron además de una batería de indicadores condensados con los productores, es que el PDR en la medida relativa a inversiones no productivas en explotaciones en pro de la biodiversidad, incluya a las entidades de custodia como posibles beneficiarias.

A continuación, Ana Correro, Arran de Terra nos habló del Contrato Agrario dentro del Proyecto Alimentem Collserolla que daba respuesta a una necesidad expresa de reconocer la labor que desarrolla la pequeña y mediana pagesía, visibilizar la aportación al medio y promover buenas prácticas. Se realizó una prueba piloto basada en la simplicidad de la tramitación, una comunicación muy fluida con la pagesia para resolver dudas, y remunerar acciones que ya se están realizando y otras que se considera fundamentales en la categoría de servicios agrosistémicos para la promoción de los valores del parque. La dotación estaba sujeta a que se dieran como mínimo 3 actuaciones de la categoría de servicios agrosistémicos dentro de los servicios ecosistémicos, el impacto sociolaboral y la iInfraestructura agraria

Finalmente, Orson Acosta, de Azolla Projects Carbon Farming Program nos aportó una brillante exposición sobre el contexto y el proyecto que están desarrollando basado en Intentar derribar tres retos: la necesidad de financiar la transición (peaje cultivo), el conocimiento específico (no sólo formación, sino el conocimiento situado e indicadores para medir ajustados al contexto) y las barreras regulatorias (¿cómo se estructura esa regulación que permita los pagos por servicios agroambientales? ¿Cómo superar aquellas que van en contra de esto?).

Tras ayudarnos a entender los conceptos y sistemas básicos de créditos de carbono -cuestión nada fácil, por cierto-  nos explicó su propuesta que surge de una visión de la agricultura regenerativa como un motor de cambio sistémico.  Tras una planificación consensuada con el agricultor para transitar a prácticas de captura, se realiza una monitorización de calidad y la emisión de créditos en función de lo que se consigue reducir y capturar.

Este proyecto, honesto y alejado de la especulación y los intereses de greenwashing o acaparamiento de tierras es una oportunidad también para las instituciones púlicas locales que quieran implicarse en el acortamiento de los canales de compra.