“Comida de hospital” sostenible y saludable_experiencias inspiradoras

Ya tenemos la grabación disponible del webinario que celebramos sobre Compra Pública Alimentaria en Hospitales. Queremos agradecer a las ponentes su claridad y riqueza en las aportaciones. Aunque pueden verse todos los detalles en el vídeo, nos gustaría hacer un breve repaso a las ponencias, empezando por la de Goiuri Alberdi, que nos habló del proyecto RENASCENCE Horizon 2020, que bajo la preocupación de combatir el cambio climático a través de una transición a sistemas alimentarios sostenibles, han enfrentado los 2,5 millones de camas de los hospitales europeos con las necesidades que habría para que se dieran sistemas de compra de alimentos que contribuyera a reducir la huella de carbono relocalizando el sistema alimentario que les afecta. De este modo, nos fue señalando las realidades y necesidades en temas de gobernanza, comunicación, formación, enlace con el sector productivo…

Chrisinta Smidth expuso la forma de trabajar desde el sector hospitalario de la ciudad de Viena para ir aumentando la cantidad de producto local y orgánico en los menús, de este modo, señaló la importancia de que el ayuntamiento se haya comprometido con alcanzar un 35% e ir en aumento. El papel de las entidades locales puede ser muy relevante. A través de proyectos como “Klimat(T)ish”, “Platos para el clima”, calendarios de productos frescos y locales, cláusulas de bienestar animal y la participación en grupos de trabajo, están logrando que la sostenibilidad de los platos en los hospitales sea cada vez mayor.

La exposición de Yolanda Fernández, Responsable del Servicio de Hostelería del Hospital Universitario Germans Trias i Pujol del proyecto de prevención y reducción del desperdicio alimentario, nos ilustró en cómo han ido consiguiendo, a través su pliego de compra en requisitos de obligado cumplimiento la promoción de alimentación saludable (para pacientes y cafetería pan y cereales integrales, fruta fresca de temporada, …etc; en vending 50% alimentación saludable y sostenible y difusión de jornadas gastronómicas saludables) y reducción de residuos (con un proyecto de prevención del despilfarro alimentario  y fuentes de agua libre en las cafeterías, con la reducción de 220.000 botellas de plastico al año). También se recogía una remodelación de la cocina con una visión de certificación energética.

Antes, junto a Silvia Larrañeta, técnica de proyectos del Consejo de la Producción Agraria Ecológica de Navarra (CPAEN) conocimos la experiencia en el hospital Universitario de Navarra, y muchas de sus conclusiones, sumadas al resto de ponencias, nos permiten hacer un pequeño análisis y una serie de recomendaciones para avanzar en la compra pública alimentaria:

  • Todavía no es algo generalizado en el sector hospitalario la sensibilización con la sostenibilidad alimentaria
  • La comunicación y sensibilización es un eje fundamental y suele funcionar muy bien cuando se pone en marcha a través de campañas, identificación de menús…etc
  • Hay una complicación derivada de la falta de estructuración del sector productivo y la relación de volúmenes entre oferta y demanda, así como de las dificultades para entregar alimentos en 4 gama.
  • Los presupuestos destinados a comida sostenible son todavía bajos y casi siempre dependientes de financiación externa. Aquí los ayuntamientos podrían hacer algún tipo de contribución especial si se pudieran establecer acuerdos con las instituciones competentes
  • Existen todavía temores asociados al control sanitario, bajo la creencia de que los pequeños productores no se van a adaptar a los criterios de calidad internos, si bien es cierto, que luego no ha habido nunca problemas en este sentido. 
  • La formación del personal es fundamental, pues son agentes clave en la transmisión de información y legitimidad de los proyectos.
  • Son necesarios marcos legales de referencia sólidos y ambiciosos e incorporar a todos los sectores implicados para el diseño de políticas de amparo y las más concretas de cada centro.
  • La pandemia ha supuesto un paso atrás en algunos sentidos, como el uso de productos a granel.